sábado, 21 de marzo de 2009

MANIFIESTO TRAJINERO


Xochimilco, Distrito Federal, 19 de marzo de 2009.

Un grupo de amigos, de cercanos, de conocidos, amantes de las letras (ya hasta casa aparte les han puesto) se preguntaron (muy acá, muy ontológicos) y ¿quiénes y cuántos somos, y dónde estamos, y qué hacemos? Miraron hacia todos lados, y además de canales, chinampas y un montón de casas y vehículos, vieron mucha, muchísima gente, algunas con tareas muy evidentes y predecibles, pero un montón, una muchedumbre, con misteriosas e insospechadas actividades. Entre ellos, estaban de seguro esos otros, lectores asiduos u ocasionales, escritores formados o noveles, simpatizantes y posibles candidatos con talentos potenciales o cualquiera de las categorías antes mencionadas. Por ese motivo, optaron por la acción, por mover no sólo la pluma, los dedos y el teclado, para hallar, reunir, compartir y departir con quienes tengan estas mismas afinidades, gustos, prácticas y aspiraciones alrededor de la literatura. Quizá tomaron tal decisión, pretendiendo fortalecerse mediante la bolita, el grupo, el trabajo colectivo; de echarle montón a la tarea, para tener más impulso y obtener, desde la solidaridad y el equipo, el empuje, la conveniencia, el intercambio de ideas y propuestas, las manos, el talento, la inteligencia y la creatividad de sus similares.
Fue así que decidimos darle al trajín, al movimiento, a la acción. Y dijimos trajín porque para lograr estos propósitos necesitamos trabajar mucho (y sin sueldo), como se acostumbra en muchos casos. Creemos que la vida es un trajín, desde que nacemos, desde que buscamos la salida del vientre materno, entre contracciones y vaivenes, para respirar y empezar a llorar, hasta que la calaca, la huesuda, la dama del más allá, nos lleva (aquí ya ni catrina cabe… con eso de la crisis, sólo se queda en huesuda o parca) Nuestro paso por este mundo es andar trajinando, trajinando y trajinando.
El trajín es diario para quienes habitamos este pedacito de la gran ciudad, que no descansa, que no duerme, y que cuando parece que lo hace, gesta, elucubra, produce, alguna nueva sorpresa, una calamidad distinta, una jugada extraña. El trajín nos ocupa siempre, a pesar o sobre nosotros mismos.
Trajín es la acción de trajinar; y trajinar, según el diccionario, es acarrear o llevar objetos, animales y personas de un lugar a otro, así como andar y tornar de allá para acá con cualquier diligencia u ocupación. Trajín es acción, es moverse, trasladarse, desplazarse, mudarse, correr, agitarse, menearse, revolverse, hurgar, zarandearse, apartarse, activarse, impulsarse, acelerarse, agilizarse, apresurarse, caminar, andar, circular, marchar, afanarse o ajetrearse… y como resultado lógico: cansarse. Andar en el trajín es andar en movimiento permanente, el trajín es la talacha, el trabajo, la ocupación, el quehacer, la labor, la tarea, la faena, la operación, el esfuerzo, la carga, el tormento, la pena, la batalla, la lucha. Los que escribimos traemos nuestro trajín: nuestra complicada relación amorosa con la literatura, salpicada como todas las relaciones, de pleitos, desplantes, reproches, abandonos y perdones, de alegrías y tristezas, de enojos y reconciliaciones. Nuestro trajín formativo y creativo: la lectura de cientos o miles de libros, el análisis y la investigación sobre obras y autores, el movimiento de la pluma o de las teclas (las del ordenador… no las femeninas), el trajín de la escritura de nuestras ideas y de nuestros sueños. Nuestro trajín nos traslada de leer a escribir, del original a la edición, del empeño a la publicación de nuestras obras. Andamos, si queremos hacerle a la escritura (y de paso no morirnos de hambre) en el trajín, trajinando, como una trajinera al mediodía de un domingo.
Por eso elegimos la palabra trajín para denominar a este grupo; una palabra ciento por ciento de acción, que representa nuestro anhelo: ser acción, movimiento para escribir y escribir, bien y mejor, de manera creativa y propositiva, en libertad, sin restricciones, sin barreras temáticas, técnicas o ideológicas. Acción para promover la literatura en este hermoso rincón del mundo, en esta sementera de letras, de palabras e ideas.
Nosotros, los trajines, queremos andar en el trajín; trajinar y trajinar sin detenernos; tenemos las manos en la obra, andamos entre tabiques y mezclas, pegando palabras con un mortero muy bueno para que perduren; en el trajín queremos erigir castillos, hacer caminos que dejen huella, que despierten el gusto y el talento de muchas personas que ignoran la literatura, que aún no la disfrutan, aquí, donde se crean textos y se abren renglones en medio de canales y lagos, y se cosechan flores y palabras entre el agua tinta que alimenta nuestras plumas.

Este trajín lo haremos basados en los siguientes principios:

a) Entendemos la escritura como una acción dinámica, creativa, que debe producir excelentes obras, tanto en contenido y forma como en innovación y originalidad, con energía, dedicación, constancia y trabajo… mucho trabajo;

b) Consideramos que hay que cubrir todos los espacios que haya (y crear otros) para la difusión, discusión y promoción de la literatura en Xochimilco, entendidos estos espacios no sólo como el edificio, sino también como el fomento de oportunidades para que todos participen de la literatura de manera directa o virtual.

c) Queremos compartir nuestras ideas, nuestros textos, nuestras criaturas y creaciones. Queremos seguir escribiendo animados por ese deseo interno de crear. Deseamos ser escuchados, aquí y más allá de estas fronteras, que nuestras palabras se lean y se conozcan, que nuestra tinta encuentre un libro; asentar claramente: también aquí estamos.

d) Buscamos abrazarnos, estrecharnos con todos los habitantes de Xochimilco, y principalmente con quienes aman como nosotros la literatura; unirnos para crear y difundir las letras, enriquecernos al reunir a los escritores nativos de Xochimilco, residentes o no de esta zona, así como a quienes han decidido vivir en nuestro bello y maltratado territorio.

e) Frente a las conocidas dificultades para publicar, pretendemos gestionar y consolidar alternativas para los escritores integrantes del grupo.

f) Opinamos que estimular la creatividad enriquece la cultura y la literatura; además de reflejar el entorno cotidiano, las costumbres, las tradiciones y la cultura regional.

g) Asumimos la equidad de género, el respeto y la tolerancia, la inclusión de todas las personas sin importar su edad, sexo, condición física, social y económica; ni sus costumbres, preferencias sexuales, creencias religiosas o ideológicas. Rechazamos todo tipo de discriminación.

h) Consideramos que la cultura y la creación literaria deben ser apoyadas por el Gobierno en cualquiera de sus niveles, sin pasar por alto que la sociedad civil también debe apoyar estas manifestaciones artísticas, en tanto que producen beneficios tangibles en el desarrollo de las comunidades.

i) Creemos que estimular el estudio, la investigación, la preparación de quienes participan en actividades culturales y de los habitantes de Xochimilco, es muy importante para la consecución de nuestros objetivos.

j) No pretendemos hacer política, ni “polaca” ni lucrar con la literatura. Tampoco tenemos otros compromisos (políticos, ideológicos o religiosos), que no sean exclusivamente con la calidad, la excelencia, la originalidad y el rigor literario.

k) Y lo más importante, es que consideramos a la literatura, a la lectura y a la escritura formas de divertirnos, de crecer y disfrutar el tiempo haciendo lo que nos gusta: letras, palabras, versos, relatos, ensayos.

Para participar en este trabajo, en esta labor, en este trajín, invitamos a todo aquel adulto responsable –no es necesario cubrir ambas características– radicado en los linderos de Xochimilco (barrios, ampliaciones, colonias, unidades y zonas residenciales de canales, planicies y montañas) que procuren, además de la lectura de poemas, relatos y ensayos, escribir, crear, hacer poesía, hacerle al cuento y a la novela, o reflexionar en torno a la literatura y sus autores, a que se integren a este proyecto literario y cultural.
Conforme nuestra organización, unidad, entusiasmo y trabajo lo permitan, específicamente, pretendemos hacer los siguientes trajines:

· Realizar veladas literarias una vez al mes, con la participación de los integrantes, para estrechar la comunicación y leer sus trabajos; reuniones a que también invitaremos al público en general, para que conozcan nuestro trabajo y proyectos.

· Organizar al menos un ciclo de conferencias al año.

· Divulgar la literatura universal, iberoamericana y mexicana, así como la producida en Xochimilco, entre los habitantes de la comunidad.

· Realizar estudios e investigaciones literarias sobre escritores de la zona.

· Brindar apoyo a los escritores locales.

· Promover el establecimiento de un concurso anual literario de calidad de cuento, novela, poesía con premios que estimulen económicamente a los autores y publiquen sus obras.

· Editar una colección de folletos (plaquette) con textos de calidad inéditos de autores locales, oriundos de la zona (aunque por el momento no vivan en Xochimilco) y de residentes.

· Editar una revista para difundir nuestros textos.

· Promover la creación de un centro de difusión exclusivamente literaria en Xochimilco, parecida a la casa del poeta.

· Promover la obtención de becas para los escritores.

· Organizar una comida anual, para festejar y hacer un recuento de nuestros trajines.

· Obtener y dar capacitación, organizar cursos, talleres de lectura, de redacción, de enseñanza de la literatura.

· Gestionar apoyos institucionales y privados.

· Promover la obtención de recursos (donativos y patrocinios), para el desarrollo de las actividades.

· Constituirnos en una asociación civil.


Hoy, 19 de marzo de 2009, nace el colectivo trajín, ojalá tenga larga y pródiga vida; se la auguramos con esperanza, y confiados en que el entusiasmo que nos anima se robustezca cada vez más, para bien de la literatura y de la escritura en Xochimilco.

jueves, 19 de marzo de 2009

EL ENCUENTRO DE LAS AVES DE PASO Y EL INICIO DE UN TRAJÍN


Era la noche de un jueves 19 de marzo del 2009, me encontraba volando por la ciudad de México, específicamente en los terruños de Xochimilco, cuenta me di que se encontraba un lugar cuyo nombre era aves de paso, decidí detener el vuelo y bajar a dicho nido a beber un poco de experiencia y después seguir mi volar. Cuando llegué, me encontré con otras aves pasajeras, que quisieron aterrizar un momento, quizás para descansar, aprender o soñar; al tenerlas junto a mí, observe que nos habíamos transformado en sombras con aspecto humano, me acerque con la intención de saber más de ellos, dejamos de silbar como las aves que éramos y entablamos comunicación a la manera de los hombres, al instante de que alguien de nosotros hablaba, dejábamos de ser sombras y comenzamos a tornarnos de un brillo, un cuerpo con luz y color, un rostro que nos definía y caracterizaba. Iniciamos la poiesis (no me refiero a que nos convertimos en pollos o algo por el estilo, sino que principiamos a crear algo) empezamos a pintar un mundo, nuestro mundo, un lugar de artistas, personas con nueva ilusión, con ganas de vivir y fomentar la cultura de manera colectiva, unida, quisimos dejar de volar por los cielos solos y mejor comenzar a caminar por la tierra juntos; nos dimos cuenta que las alas son para aquellos que quieren estar en el cielo y decimos tener piernas y pies para comenzar este trajín por la tierra, nos tomamos de la manos, porque nos dimos cuenta que los brazos y las manos sirven para abrazar al otro, para ayudarlo a vivir, a conocer, a caminar, a volver sus sueños tangibles; estabamos en Xochimilco y decidimos aprovechar sus bellos canales, para comenzar nuestro recorrido, ser navegantes e ir en búsqueda de personas como nosotros, o de personas que deseen conocernos, conocer nuestros sueños, metas, ilusiones, temores, pesadillas y demás cosas de la vida; armamos una trajinera con el esfuerzo de cada uno de nosotros y zarpamos de aquel lugar; nuestra meta es seguir navegando, detenernos de vez en cuando en las chinampas, calles, pueblos, barrios de Xochimilco ¿y porque no? del mundo entero; concebir estos lugares como puertos para ofrecer nuestro producto a los nativos del lugar, intercambiar nuestro quehacer e invitarlos a unirse a nuestra barca. Hemos comenzado este trajín y seguiremos trajinando hasta donde nuestro cuerpo, mente, alma y corazón nos lo permitan; nos movemos juntos, apoyados el uno del otro, como una falange espartana, con la diferencia de que la nuestra no es una estrategia bélica ó militar, sino una estrategia ideológica, artística, cultural. Ya hemos zarpado y la próxima parada es el puerto conocido como “La espalda de Dios” el 1 de abril a las 20 horas.